La semana pasada debatieron y analizaron ante el Tribunal peritos oficiales y de la defensa, acerca del momento del disparo a Rocío, sucedido el 2 de diciembre de 2013.
Según expresó a este medio David Dib, médico forense encargado de la realización de la autopsia, la joven recibió un impacto con efecto bala de una escopeta, por debajo del apéndice xifoide, por lo que la mayoría de los proyectiles impactaron sobre la decimoprimer vértebra dorsal. Agregó que la trayectoria del disparo fue prácticamente recta y que “probablemente la persona al momento de recibir el impacto estaba erguida, o levemente inclinada hacia adelante”.
“Para nosotros esto es determinante”, manifestó Dib quien a su vez mencionó el debate con los peritos de la defensa los cuales aseveraban que el orificio de entrada del impacto de bala estaba a la altura de la octava vértebra dorsal. Contraria a la posición de la defensa, el perito afirmó: “nosotros demostramos con bibliografía, con experiencia que el orificio de entrada nunca podría haber estado al nivel de la octava vértebra dorsal porque a ese nivel se encuentra el esternón , que es el hueso que está por delante del tórax, es decir que necesariamente estaba por debajo del apéndice xifoide.
Por último agregó que no saben qué puede decidir el Tribunal, pero que todos los elementos expuestos y analizados conducen a la participación de un tercero en la causa de la muerte de Rocío, el único imputado por el hecho, Santiago Bonelli.
Hoy por la mañana tiene lugar una nueva y extensa audiencia en la cual se conocerán los alegatos.
Informe desde Tribunales II: Andrea Caverzasi
#JusticiaPorRocío
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