Cuando se loteó el barrio jamás mudaron las tumbas y los huesos quedaron debajo de los cimientos y de nuevas calles. Por las lluvias de este fin de semana, al menos diez esqueletos quedaron al descubierto.

El viejo cementerio estaba ubicado al norte de Villa del Rosario, a comienzos del siglo pasado, se contruyó otro reducto santo en las afueras de la localidad. Pero nunca mudaron las antiguas tumbas.

En ese lugar, se levantó una capilla a modo de recuerdo. En los últimos años, con el boom inmobiliario y el crecimiento poblacional, esas tierras municipales comenzaron a venderse a particulares.

El lugar tiene un profundo valor simbólico e histórico de lo que forma parte del Patrimonio local, ya que hay restos aborígenes, y hoy quedaron al descubierto por las fuerzas de la naturaleza.

“Hay que verlo con sus propios ojos” Los habitantes del sector no salen del asombro al ver los esqueletos en el fondo de algún patio o hasta en la calle.

Tumbas y casas es el panorama que se ve por estas horas en la popular barriada norte.  Incluso algunos habitantes de la Villa tienen allí enterrados a sus ancestros.

Fotografías y colaboración gentileza Cadena Sueños Javier Hongn

Fuente: Periodismo Regional