Nosotros los ciudadanos de EE.UU nos juntamos para un gran esfuerzo nacional: reconstruir nuestro país y restaurar las promesas a nuestra gente. Juntos determinaremos el camino de EE.UU. y del mundo por muchos, muchos años por venir. Vamos a enfrentarnos a retos y confrontaremos tiempos difíciles. Pero haremos el trabajo. Cada cuatro años nos encontramos aquí para un traspaso del poder pacíficamente, y estamos agradecidos al Presidente Obama y la Primera Dama Michelle por su gran ayuda en esta transición. Ellos han sido magníficos. Gracias.
En el centro de este movimiento hay una convicción crucial, que un estado existe sólo para servir a sus ciudadanos, los ciudadanos quieren buenas escuelas para sus niños, vecindarios seguros para sus familias, y buenos trabajos para ellos mismos. Esta son demandas razonables de gente moralmente correcta. Pero para muchos de nuestros ciudadanos existe una realidad diferente. Madres y niños atrapados por la pobreza en nuestras ciudades del interior, fabricas cerradas que parecen tumbas a través de todo el paisaje de nuestra nación. Un sistema educativo con montones de dinero en presupuesto pero que priva a nuestros lindos y buenos jóvenes de conocimientos. Y el crimen y las bandas y las drogas que se cobran demasiadas vidas y le roban a nuestro país un potencial increíble.
Compartimos un corazón, un solo hogar, y un destino glorioso. El juramento que tomé hoy, es un juramento a la leyenda de todos nosotros. Por muchas décadas hemos enriquecido a industrias foráneas a expensas de la industria nacional , subsidiamos a los ejércitos de otros países mientras permitíamos tristemente el agotamiento de nuestras fuerzas armadas.
EE.UU comenzará a ganar de nuevo, ganando como nunca antes. Traeremos de vuelta nuestros trabajos, recuperaremos nuestras fronteras y nuestra riqueza. Y recuperaremos nuestros sueños . Construiremos nuevos caminos y carreteras y puentes y aeropuertos y túneles y trenes a través de nuestra maravillosa nación. Devolveremos el bienestar y el trabajo a nuestra gente reconstruyendo nuestro país con manos americanas y trabajo americano.
Seguiremos dos reglas muy simples: Compre americano y contrate americano. Buscaremos amistad y buenas relaciones con el exterior pero lo haremos con el entendimiento que es el derecho de todas las naciones poner su propio interés primero.
No buscaremos imponer nuestro modo de vida a nadie, pero intentaremos brillar con nuestro ejemplo e invitaremos a que todos lo sigan.
Reforzaremos todas nuestras alianzas y formaremos nuevas en todo el mundo civilizado contra el terrorismo radical islámico Que erradicaremos completamente de faz de la tierra. En el cauce de nuestras políticas habrá una total lealtad a los EE.UU. y a través de la lealtad a nuestro país redescubriremos nuestra lealtad a cada uno de nosotros.
Cuando abres tu corazón al patriotismo, no hay lugar para los prejuicios, la Biblia nos dice qué bueno y placentero es cuando la gente de Dios vive junta y en unidad debemos abrirnos, debatir nuestras controversias honestamente pero siempre buscando solidaridad. Cuando los EE.UU. están unidos, EE.UU es imparable. Que no haya miedo, siempre estaremos protegidos, estaremos protegidos por los grandes hombres y mujeres de nuestras FF.AA y policiales pero lo más importante: estaremos protegidos por Dios.
Finalmente, debemos pensar en grande y soñar todavía más grande. En EE.UU. sabemos que un país existe sólo con esfuerzo, no aceptaremos políticos que sólo hablan y no hacen nada. Siempre quejándose pero nunca haciendo nada para solucionar. El tiempo de los charlantes terminó, ha llegado la hora de la acción.
No le permitan que nadie les diga que algo no puede hacerse, no hay reto que pueda empatar el corazón la fuerza y el espíritu de los americanos. No fallaremos. Nuestro país se esforzará y prosperará nuevamente estamos al comienzo de un nuevo milenio, listos para conocer los misterios del espacio, de liberar la tierra de las miserias de las enfermedades, y consolidar la tecnología de las industrias energéticas del futuro, un nuevo orgullo nacional motivará nuestras almas, nos reun ira y sanara nuestras divisiones.
Dos hombres ven por televisión el discurso de investidura del presidente estadounidense, Donald Trump, en Karachi, Pakistán./ EFE
Es tiempo de recordar que toda la vieja sabiduría de los soldados que no importa si eres negro, o blanco o marrón todos tenemos la misma sangre roja de los patriotas, todos disfrutamos de la mismas gloriosas libertades y todos saludamos a la gran bandera de EE.UU. Y no importa si el niño nació en la Ciudad de Detroit o en las ventosas praderas de Nebraska, ellos miran hacia el mismo bello cielo, tienen los mismos sueños en su corazón y esta insuflados por la misma respiración del grandioso creador Entonces para todos los americanos, en cada ciudad, cerca o lejos, pequeña o grande, de montaña a montaña, de un océano al otro aquí estas palabras.
Ustedes no serán ignorados nuevamente, vuestras voces, esperanzas, vuestros sueños definirán nuestro destino y vuestro coraje , bondad y amor será nuestra guía a lo largo del camino. Juntos haremos EE.UU. más fuerte de nuevo, vamos a hacer más rico a EE.UU. de nuevo, volveremos a estar orgullosos de EE.UU, la haremos segura de nuevo, y sí, juntos volveremos a hacer grande a EE.UU.
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